Para celebrar sus 18 años esta Cooperativa invitó a Avalancha. Ni idea del lugar y la distancia, pero no importa. Hace rato que vengo caminando ¡perdida! Entre risas y comentarios muchos esperábamos el momento de comenzar.
Cantidad de niños estaban con un payaso en el salón. Algunos de los compañeros también se sumaron a esos juegos.
Entramos a un salón grande, adornado con globos, luces, colgantes, flores en las mesas -¡todo precioso!- y una torta grande muy bien decorada.
Comenzamos haciendo una gran rueda. Con las indicaciones para empezar a divertirnos los adultos también jugamos, porque jugar no es solo cosa de niños. ¡Qué maravilloso el sentimiento que compartimos todos, jugando con esos vecinos que no nos conocen! Entre risas y carcajadas se compartió un momento feliz. Luego, una pareja pasó al centro y comenzó la explicación de los pasos de tango. Bailamos con muchos niños y jóvenes que participaron con atención e interés. Con la experiencia del tango, incorporando figuras,. muchas personas bailaron: les gustó la propuesta y disfrutaron.
Esta oportunidad de abrazarnos bailando, al ritmo de la música, en sintonía con el cuerpo y el sentir de mucha gente, confirma que la magia del tango se apodera del ambiente, pues jugando y bailando nos comunicamos con armonía y placer, se crean vínculos. Amo “Avalancha Tanguera”, a mis compañeros que hace años me brindan un inmenso cariño, y al verlos de lejos, cuando voy llegando ¡ya me siento mejor! Ojalá muchas personas se sumen a este grupo que sigue apostando a juntos “ser felices bailando y jugando con los vecinos”.
¡Salud compañeros!
Va un “ABRAZO AVALANCHERO”
Miriam Pereira