ENCUENTRO DE VIDAS Y PASIONES

Con la vivencia de hace años, más exactamente un 24 de Diciembre de 2005, en esos tiempos de larga reflexión y balance personal que creo cada ser humano realiza al final del año, y haciendo un racconto de mis actos e ilusiones es que parafraseando surgen estas líneas, entre recuerdos y creencias que hoy quiero compartir como fiel testigo de que no todo es casualidad y mucho es causalidad:

¡ Creí que la vida era un TANGO! …habría que tomarle gusto y animarse a bailarlo, pero tendría que empezar por aprender… aprender a elegir el compañero que sintiera las mismas ganas de intentarlo, de agudizar los sentidos para que el compás llegara al alma y entrelazando cuerpos y corazones, coordinar movimientos en armonía perfecta. ¡ NO FUE NADA FACIL!.

Encontré que a más de la mitad de la vida, sigo buscando todavía quién me quiera acompañar en esta pieza. En el camino quedaron los que no sintieron lo mismo; no lograron comunicación corporal; no miraron al alma y no se emocionaron con la vida misma. En cambio, permanecen aquellos que me alentaron y animaron a seguir bailando, contagiándome ganas, optimismo y acompañándome para seguir en el salón de baile…

Hoy; hace tan sólo dos o tres meses, encontré al fin ese lugar, donde un HOMBRE con corazón en las manos, acompañó y guió mis primeros pasos, con enorme dedicación haciendo que tomara cada día más confianza en mí. Ese mismo hombre, comparte y entrega generosamente todo lo que tiene, para que cada uno se sienta ¡¡UN GIGANTE CON PIES DE SEDA!! Donde como él dice: “EL HOMBRE CONDUCE, Y LA MUJER SE LUCE“. ¡Vaya si nos pudimos lucir en nuestra primer avalancha pedrense! El 26 de setiembre pasado, Día del Patrimonio, en el que de la mano de algunos compañeros de Montevideo, nos atrevimos a mostrar pasos, toma de brazos, e integrar bailando en una gran ronda a muchos niños, jóvenes y adultos que alegremente se sumaron a la propuesta.

Con enorme satisfacción descubrí que podía contagiar esas ganas y entusiasmo y es así que se fueron sumando cada jueves hombres y mujeres que tímidamente se acercaron a mirar. Hoy, somos un grupo humano que se distingue por su solidaridad, alegría y por permanecer mancomunados con un mismo fin: ¡DISFRUTAR, COMPARTIR Y DIFUNDIR, lo que hacemos y cómo lo sentimos!

Creo en la magia de los encuentros.

Agradezco y festejo nuestro encuentro ¡gracias,alejandro! Gracias,compañeros avalancheros de las piedras.

Ivonne Ferrari